lunes, 1 de abril de 2013

Engagement y formas de motivación

Son muchos y variados los términos que se manejan a día de hoy en el mundo empresarial para definir nuevos conceptos que salen a la luz. El punto de partida en este caso es el engagement. Este vocablo viene de lejos, aunque actualmente esté en auge, sobre todo por el boom del social media. 
 
De manera sencilla, en el mundo de la comunicación, se puede definir como todo lo que engloba las relaciones y lazos creados, de la duración que sean, para con un producto, marca o servicio por parte de sus clientes o usuarios. Con él, se intenta medir la influencia e interacciones recibidas y a esto hay que darle un valor en interpretarlo, tarea harto complicada. Todo ello siempre estará enfocado hacía la perdurabilidad en el tiempo. No hay que olvidar, que para obtener un impacto positivo en el engagement, es necesario que exista algún tipo de motivación. El aumento de esta irá directamente relacionado con el resultado que obtendremos.

Si miramos a nuestro alrededor, se puede apreciar claras faltas de motivaciones en el ámbito laboral, que obviamente viene originado por diversas causas. La intención del individuo por naturaleza residirá en tratar de buscar unas nuevas o de sustituir las viejas. En el terreno corporativo, una de las claves, aunque no se esté fomentando y publicitando, es la de crear proyectos de valor añadido para todos los participantes en el proceso, desde el primer productor hasta el consumidor final, pasando por todo tipo de intermediarios. Nada le va a dar mayor estabilidad al mismo que el tener a toda la cadena motivada, ya sea por pequeños objetivos y logros, sentimiento de pertenencia hacia el proyecto o un largo etc. Los problemas de la crisis actual no se arreglan trabajando más horas por menos dinero, sino creando herramientas para activar esos impulsos que hagan que el desarrollar una tarea de cualquier tipo sea satisfactorio y motivador antes, durante y después de la misma.

La puesta en marcha de estas ideas no está exenta de dificultades, pero si estas no se cumplen y no se suple de ninguna manera este déficit, hay que saber que es muy difícil que tengamos en nuestras manos un proyecto de gran valía. Esto puede llevar a que parte de tu día a día se convierta en una mera rutina a la que cada vez dedicarás menos tiempo y un menor esfuerzo e interés. 

¿Dónde está nuestra motivación? 


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